martes, 1 de noviembre de 2011

EDMUNDO ROS: UN TRIBUTO OFRENDADO EN SU MOMENTO

Es humilde y sincera la sensación que deja el  tributo en quien lo recibe y a quien lo ofrenda  en su oportuno momento.

ALBERTO NARANJO,   parte del cuerpo de editores de este espacio,  aquilata ese sentimiento al haberle dedicado a


EDMUNDO ROS

un espacio en su columna MÚSICA DE LA CIUDAD , en el diario vespertino EL MUNDO hace más de 10 años.
A continuación compartimos con ustedes el texto modificado por el autor para el momento de la partida de 

EDMUNDO ROS.


MÚSICA DE LA CIUDAD

Edmundo Ros
Alberto Naranjo
Caracas, 2011


La orquesta de Edmundo Ros logró en Europa, junto a la Lecuona Cuban Boys, lo que Xavier Cugat realizó al frente de su agrupación en Estados Unidos ,popularizar la música latina bailable entre un público de ascendencia anglosajona con efectos inmediatos y un arrollador éxito.

Entre las décadas de los cuarenta y setenta del pasado siglo, Ros se mantuvo actuando sin interrupciones y grabó centenares de temas, entre ellos un buen puñado de indiscutibles obras del repertorio hispanoamericano; esa música que él no había por así decirlo inventado, pero a cuya inmensa popularidad en el continente europeo había contribuido con creces, triunfando con una orquesta en la que cada miembro tocaba en el estilo de Edmundo Ros. 

Edmundo William Ros nació el 7 de Diciembre de 1910 en Puerto España, Trinidad, para ese entonces una de las islas de Barlovento bajo la dominación colonial británica. Tanto Trinidad como Tobago fueron descubiertas por el navegante Cristóbal Colón en 1498, durante su tercer viaje por el Nuevo Mundo. La Provincia de Trinidad fue creada en el siglo XVI por los españoles, siendo su capital San José de Oruña, pero fue ampliamente colonizada por franceses y se mantuvo bajo domino español hasta 1797. Tobago fue poseída por ingleses, franceses, holandeses y curlandos, acabando finalmente en manos de los ingleses. Sin embargo, durante la Revolución Francesa, Trinidad se rindió a las fuerzas británicas, y en 1802, tras el Tratado de Amiens, fue cedida al Reino Unido. Tras las Guerras Napoleónicas, Francia, que también tenía pretensiones sobre Tobago, hizo cesión formal de su territorio al gobierno británico en 1814. Trinidad y Tobago fueron incorporadas en un solo territorio británico de ultramar, hasta 1962, cuando lograron su independencia, para convertirse en una república en 1976.

En un principio Trinidad y Tobago fundamentaron su economía a través de plantaciones de de azúcar y tabaco. A pesar de que la esclavitud había sido abolida en 1833, la contratación de trabajadores se postergó durante largos años. La madre de Edmundo fue Luisa Urquart, una dedicada maestra de escuela con sangre afrovenezolana en sus venas y presuntamente descendiente de la etnia Caribe, formidables navegantes y cruentos guerreros que desplazaron a los nativos Arawak en el siglo XIV antes de sufrir a su vez el holocausto colonizador. Su padre fue el producto de una relación entre el administrador de una plantación, apellidado  Dupigany, y una de sus trabajadoras por contrato. Como era costumbre en aquellos días, el padre de Edmundo adoptó el nombre de William Hope-Ros, con ascendencia escocesa y luego propietario de plantación. Paralelamente, William había creado en Puerto España un almacén de usos múltiples al detal, al cual llamó Esperanza Ros,Bonanza  que todavía existe. En un juego de palabras, bien se sabe que el vocablo inglés hope traducido al español significa esperanza. Además, extrañamente William suprimió la 'S' final a su apellido, dado a que este es de origen escocés. Su primogénito Edmundo nació en un anexo del almacén y permaneció allí hasta cumplir los 17 años.

El joven Edmundo fue educado en la escuela local, supervisado por su madre, y tuvo tres hermanos: dos hembras, Ruby y Eleanor, seguidas por Hugo, un hermano ilegítimo que desafortunadamente ocasionó la separación de sus padres. Como era de esperar, la ausente imagen de autoridad paterna en el hogar provocó que Edmundo abordara un estilo de vida libre y fácil que lo convertirían en una suerte de renegado. Su rigurosa madre, sin admitir excepciones ni concesiones, tomó cartas en el asunto y, para domesticarlo un poco, decidió que no le vendría mal un poco de disciplina militar. La atribulada madre llamó a los padrinos de bautizo de Edmundo en busca de consuelo. Afortunadamente, el padrino del niño tenía préstamos pendientes en el ejército británico, y por lo tanto un trueque negociado. Así logró que las autoridades militares acordaran inculcarle disciplina al joven en lugar de cobrarle la deuda pendiente, de modo que Edmundo se enroló en el ejército recién cumplidos sus 14 años. Desde muy temprano había mostrado su interés por los instrumentos de percusión, de allí que procurara extraer sonidos de cualquier objeto que sirviera para sus propósitos. Por supuesto, inmerso en su inquietud musical, le hizo un guiño a la banda del cuartel. Los tambores parecían la mejor opción, porque Edmundo tenía una aptitud natural para el ritmo. Así que durante los siguientes tres años, aprender y tocar en una banda militar británica le pareció un juego, muy en contra de las regulaciones del Reino Unido. Total, él se consideraba trinitario y no miembro de la Armada Británica. Finalmente, la citada deuda fue honrada cuando él llegó a los 17 años. Pero no era tan sencillo, no le iban a dar la baja así por así, pues el conflicto armado durante la I Guerra Mundial había dejado en Europa una fuerte carrera armamentística. Debido a ello las autoridades militares le advirtieron a Edmundo que tenía dos opciones: si servía como recluta voluntario del ejército británico podía permanecer en Trinidad, de lo contrario tendría que abandonar el territorio inmediatamente. Por supuesto, la milicia no le importaba en lo absoluto al joven, pues lo suyo era la música. Entonces sintió que el mundo se le venía encima, tanto por la ruptura de sus padres como por la frialdad de sus custodios militares. Afortunadamente postergó su decisión hasta donde pudo, asistiendo a la universidad y ganando algunas becas, además de adquirir experiencia como timpanista en la Orquesta Sinfónica de Trinidad. Al agotar sus alternativas locales Edmundo decidió volar del nido. Venezuela le pareció una acertada elección por las infinitas oportunidades derivadas del auge petrolero.

Al llegar a Caracas en 1927, el joven Edmundo se familiarizó con géneros cubanos como el son, la guaracha y la guajira, que invariablemente escuchaba en un novedoso receptor de radio al sintonizar la emisora AYRE, para entonces, única estación disponible en el dial. Hacia 1930, más que nunca decidido a emprender una carrera como músico profesional, muy en contra de su voluntad se vio obligado a inscribirse en el servicio militar. En esos tiempos la formación musical formal en Venezuela era la más relevante en dicho ámbito. Así las cosas, Ros comenzó sus estudios en la Academia Militar de Caracas, donde aprendió a tocar bombardino, saxofón y clarinete como miembro de la banda militar, ganándose los elogios y el respeto de sus profesores durante sus cuatro años de servicio. No obstante, en ese período se conectó con músicos civiles sin que las autoridades militares repararan en ello. Así, con su pericia como ejecutante del timpani, pasó a formar parte de la nómina de la recién nacida Orquesta Sinfónica Venezuela bajo la mentoría de Vicente Emilio Sojo, al tiempo que se alternó con la batería en locales nocturnos hasta convertirse en uno de los pioneros del jazz en Venezuela. Su versatilidad, incluso, lo llevó a destacarse como cantante y baterista en diversas agrupaciones de música popular, en especial la prestigiosa Swing Melody, conducida por Guillermo Castillo Bustamante. El apogeo de la Swing Melody llegó a comienzos de la década, tras substituir a la agrupación dirigida por el puertorriqueño Noro Morales como orquesta presidencial durante el mandato del general Juan Vicente Gómez.

El objetivo final de Ros era graduarse como médico en la Universidad Central de Venezuela, puesto que como no había estudiado piano su meta musical le resultaba muy lejana. Sin embargo, mientras tocaba en la OSV descubrió que el Maestro Sojo no era un pianista natural y que aún así era un destacado conductor. En aquel momento se cuestionó a sí mismo, sin duda podría emular a su admirado maestro, pero para ello debía estudiar a fondo, comprobando que su ambición musical se perdía de vista más allá del horizonte. Con gran decisión, Ros ahorró una gran parte de las subvenciones gubernamentales que le llegaban como becario y se puso en contacto con la Embajada Británica de Caracas. Allí encontró información sobre las escuelas de música más prestigiosas de Inglaterra, la British School of Music y la Royal Academy of Music. Ros escogió esta última, realizó los trámites correspondientes y viajó a Londres en 1937. Así comenzó sus estudios superiores de música, abordando las materias de armonía, composición y dirección orquestal, aunque sin abandonar su pasión por la música popular. Al principio le costó adaptarse al nuevo entorno, al inclemente frío, a la casi eterna niebla de Londres y  la sosegada vida de sus habitantes, todo le resultaba ajeno. Pero no desmayó, confiado de que lo mejor podría estar a la vuelta de la esquina. Cuando el dinero de sus becas era insuficiente, estudiaba por el día y en la noche tocaba batería en salas de baile para redondear sus ingresos, hasta que su destreza como baterista llegó a oídos de Fats Waller, legendario pianista norteamericano de jazz, quien lo invitó a participar en una sesión de grabaciones en 1938 mientras giraba por el circuito musical de Londres. Esa fue la primera gran recompensa musical de Ros, aunque sus futuras presentaciones en los locales nocturnos más acreditados de la ciudad y en la BBC Radio afianzarían sus créditos musicales aún con aires de guerra en el ambiente. Del mismo modo sus acciones crecieron tras grabar con Waller, al participar en sesiones de estudios con figuras de renombre internacional como la norteamericana Ethel Smith, virtuosa ejecutante del órgano Hammond, y la políglota cantante francesa Caterina Valente.

1939 será un año crucial para Ros, pues estaba metido de lleno en la pujante vida musical de Londres, todavía no había cumplido sus 29 años y le sobraban ofertas de trabajo. La música cubana había llegado a Inglaterra a comienzos de la década por intermedio de la orquesta de Don Azpiazu y su interpretación de El manicero vocalizado por Antonio Machín. Por otro lado, durante su tiempo en aula de clase Ros recibió lecciones de tolerancia racial e hizo gran amistad con estudiantes de todos lados del Reino Unido, pero su obsesión por la música popular lo forzaba a transitar un camino opuesto al de sus propósitos iniciales. Entonces llegó una oportunidad inesperada cuando la itinerante orquesta Lecuona Cuban Boys se presentó en la ciudad. Por algún motivo, los clubes dejaron de expender bebidas alcohólicas en altas horas de la noche. La medida ocasionó una nueva costumbre, the bottle parties (las fiestas de botella), donde cada asistente a un jolgorio musical debía traer consigo su propia bebida. Además, debido a razones laborales, el Ministerio de Trabajo no permitía la actuación de orquestas foráneas en establecimientos donde se dispensara alcohol. Ambas razones indujeron a Ros a materializar una idea, de modo que comenzó a escribir orquestaciones basadas en el repertorio de la Cuban Boys; luego se dio a la tarea de reclutar músicos y, por último, sacó de su reclusión a Don Marino Barreto, un veterano músico cubano residente en Londres, para que fungiera como líder del grupo. Así nació la primera banda especializada en música cubana radicada en Inglaterra. No conforme con eso, Ros contactó a un ejecutivo del sello Decca que había conocido en la sesión de grabaciones con Waller, y terminó convenciéndolo para que grabara a la agrupación. Así salieron a la calle varios discos de 78 rpm que, vocalizados por Ros, se convirtieron en éxitos inmediatos. Sus interpretaciones de La Conga Blicoti y Cubanacán causaron furor, al punto de quebrantar la proverbial compostura londinense.

Ros culminó sus estudios musicales superiores en 1940, ya estaba facultado para componer y dirigir música académica, sin embargo modificó su rumbo musical para siempre. Con una bien ganada reputación de profesional al cien por cien, el joven músico declinó su carrera sinfónica en favor de un aventurero quinteto al que llamó Rumba With Ros. Lo demás le resultó sencillo, pues ideó uniformar a la emergente agrupación con pantalones y zapatos blancos, asunto de resaltar unas vistosas camisas rojiblancas con volantes, al mejor estilo de los Cuban Boys, para luego buscar trabajo en salas nocturnas y grabar sus primeras sesiones como líder para el sello Parlophone. Así comenzó a ejercer un liderazgo que extendería durante más de 35 años por intermedio de sus agrupaciones Ros' Rumba Romeos, Ros' Rumba Band y Edmundo Ros and his Orchestra.

En cualquiera de sus flexibles formatos, Ros se las ingenió para interpretar un popular repertorio hispanoamericano basado en rumba, conga, guaracha, mambo, bolero, samba, tango y joropo venezolano, sin descartar temas europeos y norteamericanos de moda, pero adaptándolos a su peculiar estilo orquestal. Sus presentaciones en los locales nocturnos más acreditados de Londres y en la BBC Radio afianzarían su fama en pleno desarrollo de la II Guerra Mundial. 

En breve tiempo Ros fue contratado para actuar en el afamado Bagatelle Restaurant, considerado el local más importante de Europa, al que asistían miembros de la alta sociedad y de la cultura, como también políticos de gran envergadura. Era común, pues, que durante el conflicto bélico se reunieran allí personalidades de los países aliados, entre otros Winston Churchill, Dwight Eisenhower, el rey Gustavo de Suecia, el príncipe Bernardo de Holanda y, por supuesto, miembros de la familia real inglesa encabezados por la entonces princesa Isabel II, ungida con la venia de la Reina Madre.

En 1948 Ros fue contratado con su orquesta para acompañar a Carmen Miranda en el London Palladium. Mejor conocida como ''la bomba brasilera'', en realidad Miranda nació en Portugal y se trasladó con su familia a Brasil durante su niñez. El hecho de haber estudiado arte y costura le ayudó a diseñar su colorido vestuario, rematado por espectaculares turbantes con adornos frutales y zapatillas con alta plataforma para disimular su menuda estatura. No pasó mucho tiempo antes de que la moda de Carmen Miranda causara furor en el mundo entero, ocasionando que las damas vistieran elegantes trajes de taller aderezados con turbantes y plataformas. El éxito de la original artista hizo que prolongara su estadía en Londres por varios meses, proporcionándole a Ros mas crédito del que ya tenía.     

Gradualmente, Ros aumentó el personal de su agrupación hasta convertirlo en una gran orquesta. Inspirado en la banda de Glenn Miller, procuró desarrollar una sonoridad orquestal completamente diferente a lo acostumbrado, de allí que su orquesta ganara el apelativo de The Edmundo Ros Sound. Con secciones de cinco saxofones y cuatro trompetas, aprovechó para que los saxofonistas doblaran con flautas y clarinetes y los trompetistas usaran varios tipos de sordinas. Eso le permitió crear una amplia gama de matices orquestales, sin estridencias, bien estructurada y agradable de escuchar, aunque sin sacrificar el sentido bailable. Por lo general, el astuto y prudente Ros contó con siete miembros en la sección rítmica: piano, contrabajo, guitarra acústica, batería, timbales, congas y bongo, los tres últimos doblando con múltiples instrumentos de percusión destinados según el género a interpretar. Con el tiempo contrató a dos solventes percusionistas africanos, Nat Akimbo, de Ghana, y Ginger Johnson, de Sierra Leona.

Ros, sin embargo, no fue un común líder de música popular. Condujo su agrupación con el mismo rigor de un director de música académica, inspirando a sus músicos el mismo respeto y admiración que trasladaba a su audiencia y, aún sin considerarse un vocalista de primera línea, cantaba los temas de su orquesta para preservar su particular sonoridad. De allí que encontrara inspiración en cantantes como Antonio Machín, Miguelito Valdés y Frank Grillo (Machito). Como orquestador, tomando de aquí y allá, mostró rasgos de sus analíticos estudios de partituras rubricadas por Beethoven, Brahms, Mozart y Debussy, mientras que su aporte tímbrico de jazz reposó en los clásicos de la primera mitad del siglo.

En 1951 Ros emprendió una nueva aventura al comprar un club en la turística Regent Street, el Coconut Grove, que se había venido a menos tras un esfuerzo inútil tras perder su competencia con el Mayfair Club. Acertadamente cambió el nombre al local, y cuando finalmente abrió sus puertas como Edmundo Ros' Dinner and Supper Club, su prestigiosa clientela, a bordo de sus vehículos Rolls-Royce, abordó el local apenas abrió sus puertas. Más allá de la exclusiva comida, el esmerado servicio y la atmósfera del local, la atracción principal estuvo centrada en Ros al frente de una orquesta de 24 músicos. Además tuvo a su cargo 53 empleados, uno de ellos exclusivamente encargado de dar lustre a la cubiertería de plata. Por decir algo, el libro de reservaciones del Coconut Grove era abarrotado con los nombres de la nobleza británica y visitantes regulares como la princesa Margarita de Inglaterra, el príncipe Rainiero de Mónaco y el príncipe Bertil de Suecia. Paralelamente, las estrictas normas del club le exigían una rigurosa vestimenta a cada asistente, de allí que no se aceptaran damas con pantalones ni caballeros sin corbata. De hecho, a la viuda de Sir Cedrick Hardwicke le negaron su ingreso al local por andar empantalonada en la noche. También fue rechazado el rey Hussein de Jordania, aficionado a la música latina, debido a que uno de sus invitados, el actor Peter O'Toole, no estaba adecuadamente trajeado y para colmo rehusó usar una corbata que gentilmente le ofreció el portero. 

Ros también fue popular en Suecia, tanto por su música como por haberse casado en 1950 con la sueca Britt Johansen. Por eso en 1956, una vez que el equipo ecuestre británico regresó a los Juegos Olímpicos celebrados en Estocolmo, capital sueca, la reina Isabel II incluyó en su delegación a Ros y sus músicos.

Los años cincuenta también encontraron a Ros tocando fiestas privadas en el yate Creole, propiedad del magnate griego Starvros Niarchos. Para no quedarse corto, Aristóteles Onnasis, otro acaudalado ciudadano griego, poseía el 49% de las acciones del Casino Montecarlo, por lo tanto contrató a Ros durante varias temporadas en un período de nueve años.      

Luego de su breve pasantía por Parlophone, Ros grabó más de 40 LP's con los sellos disqueros Decca y London, registrando en su carrera más de ochocientos títulos. A este punto, su interpretación de Wedding Samba (1949) le garantizaría más de tres millones de copias vendidas y el prestigioso puesto Nº 16 de popularidad en las carteleras norteamericanas. Simultáneamente, trasladó su música en giras internacionales por Estados Unidos, Asia y a lo largo y ancho del territorio europeo. Otros de sus álbumes millonarios fueron Rhythms Of The South (1957), Hollywood Cha Cha Cha (1959) y Broadway Goes Latin (1962), con Tito Puente y Johnny Pacheco como refuerzos de excepción. Igualmente, sus tratamientos sobre los musicales My Fair LadyPorgy & Bess y Showboat fueron bienvenidos por el público y la crítica especializada. 

Durante 1964, Ros fabricó tiempo para incorporarse a la televisión europea, conduciendo 52 programas basados en su producción Broadway Goes Latin que fueron grabados en Lisboa y Londres, en los que incluyó entre otros a Cugat y a Puente, así como también a Armando Oréfiche y sus Havana Cuban Boys. Por esa época también fue contratado para componer la banda sonora de Venezuela en marcha, cinta cinematográfica financiada por la filial de Shell Oil Company en México. 

Como valor agregado, en 1963 Ros juntó esfuerzos con Ted Heath, el más célebre intérprete orquestal de jazz en Inglaterra, tan sólo para hacer historia y perpetuarse entre los melómanos que se respetan a fondo. Por primera vez en los anales de una grabación, y gracias al advenimiento de la estereofonía, fueron grabadas simultáneamente dos grandes orquestas en canales separados durante el proyecto Heath vs. Ros – Swing vs. Latin; un amistoso duelo musical distribuido en dos álbumes de larga duración (Round 1 & Round 2), acertadamente producido por el sello Vocalion. Aunque ambas orquestas fueron grabadas por separado, interpretando sus diferentes estilos, el tiempo y la sincronización son tan perfectos que generan en el oyente una sensación de estar escuchando a ambas agrupaciones, tocando simultáneamente en el escenario de una sala de conciertos.

Ros se mantuvo al frente de su local nocturno hasta 1965, cuando la relajación de las leyes de juego en Gran Bretaña comenzó a afectar las ganancias del club, de modo que vendió el local para dedicarse de lleno a sus giras internacionales. Así se mantuvo bregando hasta 1975, en Japón, cuando decidió retirarse para llevar una vida más tranquila. Al poco tiempo fijó residencia en Alicante, España, cuestión de disfrutar el agradable clima cálido de la costa mediterránea. Conforme a su voluntad, una significativa cantidad de sus partituras fueron archivadas en el Bank of London.

Casado un par de veces, Ros tuvo dos hijos, Douglas y Luisa, frutos de su primer matrimonio. En 1951 reincidió tras a conocer a Susan, quien no tenía idea de quién era él por cuanto era devota de la música de Los Beatles. Aún así, Susan sería su fiel compañera por el resto de su vida. 

Entre los reconocimientos públicos más preciados de Ros está la condecoración The Freeman of the City of London, otorgada por sus servicios comunitarios en tiempos de la II Guerra Mundial. En 1985, en uno de sus viajes a Venezuela, fue condecorado con la Orden Francisco de Miranda por su aporte cultural universal. Un par de años más tarde, el Gobierno de Trinidad y Tobago lo nombró Ambassador for Latin American Music, y en 1987 fue honrado con el título Secretary of The British Commonwealth.

En el año 2000, a sus 90 años, Ros obtuvo la Excelentísima Orden del Imperio Británico (categoría OBE) por sus innumerables servicios al mundo del arte, durante una ceremonia de investidura en el Palacio de Buckingham. Notablemente, Ros pasó a formar parte de un selecto grupo de personalidades de la música investidas con tan máxima distinción, entre otros John Barry, Julian Bream, Eric Clapton, Joe Cocker, James Galway, Albert Hammond, Kylie Minogue, George Shearing, Kiri Te Kanawa, Tom Jones, Annie Lennox, Graham Nash, Olivia Newton Jones, John Mayall, Van Morrison, Jimmy Page, Rachel Portman y Dusty Springfield.

''Nunca digas nunca'', reza el dicho. Así que a comienzos de 1994, Ros dirigió y cantó en el auditorio del Queen Elizabeth Hall bajo el respaldo de la Gran Orquesta de la BBC reforzada con secciones de violines, violas, cellos y contrabajos conducidos por Stanley Black. El exitoso concierto fue retransmitido por la BBC Radio 2 y provocó una grabación realizada en Londres, un año más tarde, con financiamiento de una disquera japonesa.

En su retiro, Ros nunca dejó de mantener contacto con sus relacionados y amigos. Durante sus entrevistas con gente de los medios, que no fueron pocas, disfrutó contando sus anécdotas y su interpretación de la vida. Orgulloso de sus raíces escocesas y afrovenezolanas, permanentemente enfatizó su nacimiento e infancia en Trinidad y su crecimiento en Venezuela. Igualmente se dedicó a hacer turismo aéreo por diferentes países, aunque su principal satisfacción fue realizar un crucero marítimo por Suramérica, con paradas obligatorias en La Guaira y Trinidad. 

Edmundo Ros falleció el 21 de Octubre del 2011 en su hogar de Alicante, mientras dormía apaciblemente, a escasos dos meses de celebrar su 101er cumpleaños.

El legado de este genial músico suramericano, uno de los más importantes que se conozcan, forjado durante más de cuatro décadas dedicadas a su oficio, es una herencia que perdurará eternamente. De origen humilde pero determinado, Edmundo Ros fue su incomparable artífice.


Referencias
Internet
Edmundo Ros OBE 

Destined to go through life First Class: The life and times of Edmundo Ros, by Bill Johnson
Facebook profile 

Wikipedia biography and discography 

Otros
* Archivos privados de Alberto Naranjo
* Entrevistas grabadas
* Folletos de discos

2 comentarios:

  1. La globalizacion es un tema el cual a favorecido a gran parte de la sociedad pero aun sigue existiendo la brecha digital en algunos rincones del mundo. La tecnologia forma parte fundamental de la sociedad pero lamentablemente no todos podemos disfrutar disfrutar de esta, es por ello que se habla de la exclucion de algunas personas pues sin tecnologia estamos fuera de la vanguardia.
    La redes sociales mueven al mundo y la globalizacion se traduce en un proceso económico, tecnológico, social y cultural

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  2. La Globalización es el fenómeno que ha permitido que los pueblos interactúen, comercien y compartan ideas, culturas, tecnologías etc. De allí el papel fundamental que ha jugado el capitalismo como garante de la centralización y la integración que repercute en los adelantos tecnológicos de los que hacemos alardes, y también la fuerza comunicacional que nos permiten estar cada vez más cerca atraves de que los pueblos se tansculturicen y habituándose las sociedades a las necesidades impuestas y establecidas en el momento.
    Es bien sabido que en este mundo globalizado las sociedades excluidas en todos los aspectos, aunque se niegue o intenten disfrazarlo, su mayor debilidad es al acceso a la información debido a que las transnacionales y multinacionales que no les importa más que sus beneficios y como política el que debe existir una jerarquía menor a quien explotar y saquear de allí la gran desigualdad entre países que se llaman primer mundísta.
    En cuanto a lo económico, político, social y cultural, aunque existen sociedades que se han revelado y han hechos revoluciones en lo tecnológico y que incluso han cambiado su estilo de vida y han redundado en contribuir a la producción y comercialización siendo competitivos y todos estos logros gracias a los intercambios actuales por la tecnología de red.
    La informática, la telemática en fin los avances tecnológicos han sido la catapulta para que la automatización contribuya con la disminución progresiva de la mano de obra, esta es una de las formula de que muchos sean excluidos por no accesar a la información de la red, la globalización es un hecho y nos ha convertido en una aldea global donde en cuestión de horas o minutos, podemos trasladarnos de un lugar a otro, comercializar en cualquier parte del mundo con solo hacer un clip, y el responsable de todo esto es la informática, en parte es la causal de la crisis mundial producto de lo antes expuesto porque hay mas excluidos y empobrecidos y estos se ha salido fuera de control, y no es un secreto que nos afecta cada vez más, hay gran dependencia de la tecnologías y por eso podemos inferir que las mismas satisfacen las necesidades del hombre ¿pero hasta que punto? ¿Cuál será su final? ¿y los excluidos que papel jugaran en una aldea global? Donde estos tendrán que replegarse o habituarse.

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